-La vida nos da muchas posibilidades, pero ¿cómo podemos aprovecharlas?, y sobre todo, ¿para qué podemos aprovecharlas? -Dijo una discípula.
-Necesitamos algo, tenemos algo, la cuestión es qué hacemos con lo que tenemos. -Dijo el Maestro, el cual esperó unos momentos por si algún discípulo preguntaba algo, y como no hubo preguntas, el Maestro dijo:
-Recibimos o percibimos algo, lo procesamos en nuestro interior, la cuestión es qué hacemos con lo procesado.
-¿Algo más, Maestro? -Preguntó la misma discípula.
-Ser conscientes de que siempre se produce ésta dinámica, este proceso. -Contestó el Maestro.
-No das explicaciones concretas, todo es muy general. No nos dices como podemos aprovechar nuestras posibilidades ni para qué podemos aprovecharlas. -Objetó la mismas discípula.
-Posibilidades, cada cual tiene las suyas, y el como las aprovecha y para qué las aprovecha, sólo depende de la conciencia de cada cual. Si dependemos de los consejos y de las enseñanzas que recibimos, ni aprendemos a ser autosuficientes ni somos libres. - Dijo el Maestro y guardó silencio.
Y la discípula pensó en sus dudas y en sus contradicciones y vió que eran energías en busca de caminos y de soluciones, tensiones que le elevaban la conciencia.
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