jueves, 8 de noviembre de 2018

SERES SOLOS Y SOCIALES





  Caminante se encontró con Sola-Social, se trataba de una mujer que pasaba de los sesenta y a la que empezaban a notársele los primeros síntomas de la vejez pero que tenía una expresión viva y despierta.

  -Me llama mucho la atención tu nombre. -Dijo Caminante. 

  -Sola porque en la serenidad de mi soledad es donde cultivo mi mundo interior, es donde soy más consciente de mi vida, de mi horizonte, de mi camino, del Tao y de sus manifestaciones. Social, porque los seres humanos somos seres sociales, porque necesito y me gusta compartir lo que cultivo en soledad, porque necesito y me gusta escuchar las sabidurías de los demás, y porque hay una parte de la vida en sociedad que enriquece a todos: Se trata del mundo de las necesidades de supervivencia, de los afectos sinceros y del compartir sabidurías. 

  -Has hablado de una parte, lo cual quiere decir que existe al menos otra parte en el mundo de lo social, ¿Qué parte es esa? -Preguntó Caminante.

 -En realidad está compuesta de dos: el mundo de las dependencias emocionales y materiales, y el mundo que los moralistas podrían denominar como la parte oscura del Hombre. Ese "lado oscuro"  lo dejo a tu reflexión, aunque para mí se trata de aspectos de los que nuestro nivel de conciencia todavía no sabe prescindir ni substituirlos por otros más elevados y más armónicos. -Respondió Sola-Social. 

 -¿En soledad no se presentan esos aspectos "oscuros?.-Preguntó Caminante. 

 -Sólo cuando el individuo centra su vida en lo social, pero cuando el individuo centra su vida en la búsqueda espiritual y de armonía con la Naturaleza, y en compartir eso con los demás, no se presentan, pues para ese individuo la soledad es libertad, y en libertad todo es claro y luminoso. 
-Respondió Sola-Social. 

  Caminante, tras unos momentos de reflexión dijo:

  -Estoy de acuerdo, pero necesitamos compartir, ¿qué hacer en esos momentos para que no aparezca nuestra parte "oscura"?

  -No le tengas miedo a la tuya, aunque tienes que ser cauteloso con la de los demás, pero eso no debe evitar el compartir. Por otro lado he descubierto que en todo lo que compartimos tiene más valor de compartirlo que lo que podamos aprender o enseñar. -Respondió Sola-Social. 

  -No te comprendo del todo. -Dijo Caminante. 

  -Lo que podemos aprender de los demás y lo que podemos enseñarles se limita a hacer reflexiones, pero lo que realmente aprendemos para nuestro camino espiritual nos lo enseña la Naturaleza, la conciencia y nuestra soledad. Pero el hecho de compartir tiene la ventaja de la energía de los afectos, de esa energía que necesitamos para que nuestra soledad sea serena y alegre, y de esta manera, de nuestra soledad sale lo que los demás aprecian de nosotros, salen sus afectos por nosotros, y así entramos en una espiral de autoalimentación, la cual también nos permite enriquecer a los demás, pues les aportamos nuestros afectos hacia ellos y nuestras reflexiones.
-Respondió Sola-Social. 

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