Lo blando es suave, débil y vulnerable.
Lo duro es firme, rígido y agresivo.
Si de lo blando cogemos sólo lo suave,
y de lo duro cogemos sólo lo firme,
y los mezclamos, nos queda lo flexible.
Sólo lo flexible puede adaptarse y armonizar
porque se ha liberado de lo rígido,
de lo agresivo, de lo débil y de lo vulnerable.
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