jueves, 22 de noviembre de 2018

OPUESTOS COMPLEMENTARIOS





   Al día siguiente, Lucía le dijo a Caminante:

 -He pensado que hay otras parejas, como son las del Yin y el Yang. 

 -Sí, efectivamente. Pero estas parejas no son dualistas, no son de blanco y negro, no son de polos opuestos, son de opuestos complementarios y que no necesitan ni tienen una tercera fuerza que tenga que escapar de ellos. -Dijo Caminante. 

-¿Podrías ponerme ejemplos concretos?- Pidió Lucía. 

 -Hay varios ejemplos, pero ahora se me ocurren tres principales: Se trata de los femenino y lo masculino, de la conservación y la innovación, del reposo y del movimiento. -Respondió Caminante.

-A ver como ves tu eso del patriarcado del feminismo. -Dijo Lucía. 

 -Las energías femeninas están sobre todo en la mujeres, las energías masculinas están sobre todo en los hombres, pero ambos pueden tener energías femeninas y masculinas. A mi modo de ver, ambas energías son igualmente necesarias, y por lo tanto, la sociedad las debería valorar por igual. Si la sociedad viera las cosas así, no existiría el patriarcado ni el machismo, y no se necesitaría del feminismo. Pero la sociedad se basa en artificios morales e ideológicos, y se basa en intereses de grupos sociales, y por eso no puede ver la realidad del yin y del yang aplicado a las relaciones entre hombres y mujeres. -Dijo Caminante. 

 -Ahora veo que  este aspecto del yin y del yang no necesita de una tercera fuerza, veo que se trata de permitir que las cosas ocupen el lugar que naturalmente les corresponde, es decir, se trata de buscar la armonía y evitar los dominios y no necesitar de las rebeliones. -Dijo Lucía. 

 -Efectivamente, y lo mismo sucede con el caso de la conservación y de la innovación. La vida es movimiento, con lo cual no se puede pretender conservar siempre la misma visión y la misma actitud, pues eso impediría la armonía con el natural fluir de la vida. Sin embargo, la innovación no puede ser continua pues entonces las cosas no tendrían tiempo de arraigar, de florecer, de dar frutos y de dejar semillas. Además, la innovación no debe ser de todas las cosas, sólo de aquellas que no estén en armonía con el fluir natural de la vida. -Dijo Caminante. 

  -¿Y qué cosas hay que conservar y cuales hay que innovar, y en qué momento? -Preguntó Lucía. 

  -Mientras domine la creencia de que se ha de controlar y dominar lo que nos rodea, y tener lo que se desea, saber eso es imposible, pues se impondrán los deseos de poder y de tener sobre la visión armónica de las cosas. -Respondió Caminante. 

  Lucía guardó un silencio reflexivo, y sin tener nada que comentar al respecto, dijo: 

  -Lo del reposo y el movimiento lo entiendo, ya que en mi caso es totalmente intuitivo: Reposo cuando estoy cansada y aprovechando la serenidad profundizo en las cosas. Cuando recupero fuerzas paso a la acción. La vida es movimiento y creo que todo movimiento forma parte de una armonía y requiere de la reflexión y de la serena intuición para poder ver esa armonía. -Dijo Lucía, y Caminante sonrió complacido. 

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