jueves, 16 de noviembre de 2017

DISCUTIR O DEBATIR ES UN ERROR


    Toda persona tiene unas opiniones, unas creencias y unas convicciones que son el producto de su nivel de conciencia y de las conclusiones que ha sacado de las vivencias que ha tenido. 

    Estas opiniones, creencias y convicciones son algo poco flexible, poco adaptable, y esto es así porque el individuo las convierte en la parte más importante de su ser, de su identidad, y en una tierra firme que le permite sentirse seguro en medio del tormentoso océano de las incertidumbres y de las ignorancias. 

  Cuando dos o más personas que tienen opiniones, creencias o convicciones diferentes discuten o debaten, el primer error consiste en creer que los argumentos propios pueden hacer cambiar de idea a los demás. Los demás sólo cambian de idea cuando ellos lo creen conveniente o cuando son conscientes de que su visión de las cosas choca con la realidad, y cada cual necesita la propia evolución de su conciencia y sus propias vivencias para poder hacer ese proceso. 

    El segundo error consiste en el choque de los egos. Unas veces, el ego que argumenta pretende imponer su visión de las cosas a los demás, y entonces los demás se ponen a la defensiva, y no importa que quien argumenta no tenga la intención de imponer su visión, sino solamente de exponerla. 

   Un ego a la defensiva ve cualquier opinión diferente a la suya como una amenaza para su verdadero ser y para esa tierra firme en la que se siente seguro. 

    Así, cualquier argumento cierto, cualquier argumento sensato, se estrella contra los egos de los que piensan de forma diferente. 

    En esta situación tenemos cuatro opciones para escapar a la dinámica de los egos:

    * Renunciar a imponer a los demás nuestra visión de las cosas.

   * Defender nuestra libertad frente a aquellos que quieren imponernos sus visiones del mundo. 

   * Compartir lo que llevamos dentro con personas afines a nosotros. 

  * Profundizar en nosotros mismos e intentar comprender el mundo que nos rodea.   




   Pese a estas reflexiones seguiremos creyendo que estamos en lo cierto y que se equivocan aquellos que tienen otra visión de las cosas, y por lo tanto, a veces seguiremos debatiendo y discutiendo, pero al menos, seamos conscientes de que se trata de un error, es decir, de una tiranía de nuestro ego. 

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