sábado, 17 de noviembre de 2018

NIVELES DE CONCIENCIA Y DINÁMICAS HUMANAS





  El Hombre es estúpido y loco. La Naturaleza es sabia, por eso crea colores pero con ellos no hace banderas. La Naturaleza crea ríos, llanuras, mares, desiertos, selvas, cordilleras, pero con ellos no hace fronteras. 

  No hay estupidez y locura más destructivas, conflictiva y dolorosa, que convertir los deseos en necesidades, y a estas necesidades en derechos sagrados. 





  -¿Qué opinas de lo que está pasando en el mundo? El Ser Humano debe de parecerte estúpido y loco ¿No?. -Le preguntó Juan a Caminante. 

 -Sí, pero entiendo que cada cual tiene su nivel de conciencia, que cada cual considera que está en lo cierto, y también entiendo que nadie tiene en su mano elevar a voluntad su propio nivel de conciencia. Y esto es lo que marca la actual dinámica de la sociedad. -Contestó Caminante. 

 -Esto que dices es como si estuvieras en una torre de marfil y que lo que ocurre en la sociedad no fuera contigo, y que no tuvieras ningunas responsabilidad social. -Objetó Juan.

 -No comparto los valores y las creencias dominantes de esta sociedad, y lo que yo veo como alternativa no le interesa a casi nadie, y no quiero ser un líder, con lo cual no intento convencer a nadie. Yo actúo conforme a la dinámica que me permite y me dice mi conciencia. -Replicó Caminante. 

  -Pero crees que tu nivel de conciencia es superior al de los demás. -Dijo Juan. 

 -Y tu crees que el tuyo es moralmente superior al mío, pues me acusas de arrogancia, de superioridad y del egoísmo de evadirme de los problemas concretos de la sociedad. Aunque, según tu visión moralista de las cosas, yo pueda pecar de lo que me acusas, yo veo las cosas de la única manera que ahora puedo verlas, pero esa visión me da la posibilidad de ir profundizando y por lo tanto, de ir modificando mi visión.
 -Argumentó Caminante. 

-Aunque sea verdad lo que dices de mi, sigo pensando que eres arrogante y que te crees superior, aunque lo ocultes diciendo que sólo eres diferente. -Dijo Juan.

  -Soy tan arrogante como cualquiera y me justifico a mi mismo como cualquiera. Pero ¿sabes una cosa?, si seguimos con este debate nuestros egos se irán hinchando cada vez más, creo que lo mejor es guardar silencio y reflexionar. Sólo la profundidad serena tiene respuestas, aunque los debates como éste sean necesarios para hacernos las preguntas y para cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestras visiones de las cosas.
 -Concluyó Caminante.

 -Aunque en esto tienes razón, te falta la humildad natural de los sabios. -Dijo Juan, y Caminante rió alegremente, pensando que Juan, como todo aquel que por unos momentos se libera de su ego y de sus deseos y se pone a reflexionar, era capaz de ahondar muy certera y profundamente. 

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