Los poderosos usan su poder para conseguir aquello que más valoran y para imponer al conjunto de la sociedad las normas y las creencias que más les benefician.
Los sometidos dan por bueno el poder de los poderosos, las normas y las creencias que los poderosos imponen pues creen que ese es el mejor marco posible para conseguir lo que más valoran.
Los rebeldes rechazan el poder de los poderosos, así como sus normas y sus creencias, y luchan por imponer al conjunto de la sociedad sus propias normas y creencias, con el objetivo de conseguir aquello que ellos más valoran.
Ante los problemas que afectan a toda la sociedad, hay quienes optan por las soluciones que ofrecen los poderosos, y hay quienes optan por las soluciones que ofrecen los rebeldes. Pero las soluciones no dependen sólo de la capacidad de los poderosos o de los rebeldes, sino de las capacidades del conjunto de la sociedad. Por otra parte, tanto quienes prefieren las soluciones ofrecidas por los poderosos, como quienes prefieren las soluciones ofrecidas por los rebeldes, delegan su poder en unos o en otros, y así ellos siempre estarán en el grupo de los sometidos.
Los problemas que tiene el individuo, por un lado están relacionado con lo social, y por otro con lo personal. ¿Cómo puede el individuo solucionar sus problemas personales si no cambia él, si no cambian quienes le rodean, si no cambia la sociedad?
Hay quienes buscan por caminos espirituales en los que no existen ningún tipo de relaciones de poder. Sin embargo, las relaciones están presentes en todos los ámbitos de lo social y él vive en sociedad. ¿Qué actitudes puede tomar?
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