domingo, 26 de enero de 2020

TRES PREGUNTAS



    En el pensamiento occidental ya es un clásico hacerse las tres preguntas siguientes: 

  1ª) ¿Quienes somos?

  2ª) ¿De dónde venimos?

  3ª) ¿Hacia donde vamos?

  Que las preguntas se sigan haciendo es porque hay varias respuestas posibles. 

   Cuando hay varias respuesta posibles es porque ninguna de ellos convence a todos, con lo cual no es una certeza sino una creencia. 

  Cuando una respuesta convence a todos ya no hay pregunta, ya no hay creencia, lo que hay es una certeza absoluta.

   Sin embargo, hay quienes aceptan como buena una sola respuesta a cada una de estas preguntas, y para ellos esto significa también que deja de existir la pregunta y la creencia y se impone la certeza absoluta. Tal vez lo hagan porque estén plenamente convencidos, porque no les cabe ninguna duda, porque crean que tienen pruebas concluyentes, o bien lo hagan porque tener preguntas para las que no se tienen respuestas crea incertidumbres e inseguridades, lo cual significa miedo y dolor. Pero el Hombre no quiere tener miedo, no quiere sentir dolor, y por eso mucha gente se da su propia respuesta, o acepta la de otros, considerándola como un mapa certero y como un territorio seguro. 

  También se puede reflexionar sobre otro aspecto de estas tres preguntas: Las tres nos muestran una visión, una mapa, en el que el Hombre ocupa el centro, ya sea como Humanidad, ya sea como individuo. De hecho, la mayor parte del pensamiento, la mayor parte de las creencias, parten de esta visión arrogante, a la que también se denomina antropocéntrica en términos de expertos en comportamiento humano. 

   Para los creyentes en las diferentes religiones, o en las diferentes magias, aunque lo más importante parezcan ser las fuerzas divinas o las fuerzas mágicas, estas parecen existir en función del Hombre, es decir, el Hombre es el principal centro de atención para estas fuerzas.

 En cuanto a quienes no creen en la existencia de estas fuerzas, sin su existencia, el Hombre pasa a ser el Ser Supremo, el único Ser Importante. Y así, cada cual se hace su propio mapa en torno a estas tres preguntas. 

     Hay otras visiones, otros mapas, en los cuales la visión es más amplia, visiones que aspiran a ver la totalidad sin que en esta haya centros, sino una realidad compuesta de relaciones entre las partes sin que esas relaciones sean jerárquicas. Estas visiones se pueden representar con las siguientes tres preguntas:

  1ª) ¿Cómo son las cosas, cómo se relacionan entre ellas?

  2ª) ¿Por qué? (Se busca una causa, un Origen último)

  3ª) ¿Para qué? (Se busca un propósito, un significado)

  EL COMO  es algo que, o bien se sabe o bien puede llegar a saberse.

   Ahora bien, las otras dos preguntas se han respondido de muchas maneras, lo cual equivale a que cada una de esas respuestas sólo convence a unos mintras que a otros no les parecen válidas. En estos casos, quienen dan por buena una respuesta también se debe a dos cosas:

 *Que estén plenamente convencidos,

 *o bien que buscan certidumbres y seguridades para así evitar miedos y dolor.

   Pero existe otra opción: Que aunque no se puede llegar a saber ni el POR QUÉ ni el PARA QUÉ de las cosas, nos baste con conocer el COMO viéndolo como una manifestación de ESO que no podemos conocer, pero con lo que a través del COMO podemos armonizar y fundirnos con ELLO, siendo el ELLO lo Divino, el Tao.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario