domingo, 19 de enero de 2020

LAS PARTES Y EL TODO




   Nuestra visión de las cosas parte de eso a lo que consideramos la realidad en la que vivimos. Esa realidad tiene sus propias medidas, sus propias anchuras, profundidades y elevaciones, así como su propio ritmo del tiempo. 

    Cuando empezamos a investigaar sobre lo que hay más allá de esa realidad, más allá de esas medidas en las que nos movemos, a medida que investigamos vemos que todo se va haciendo más grandes. Desde el lugar en el que vivimos vamos viendo que hay más lugares, más países, más contienentes, un planeta entero, y más allá del planeta está nuestro sistema solar, nuestra galaxia, nuestro universo, el cual cada vez vemos como más grandes y con más características, y últimamente muchos científicos están teorizando sobre la existencia de un multiverso, es decir, de una enorme cantidad de universos a los que no nos resulta posible captar ni entrar en contacto. En esta realidad tan enorme, cuanto más conocemos más difícil nos resulta establecer las relaciones entre sus partes, pues esas partes no dejan de aumentar en número, y cua. Y en medio de todas esas partes la realidad en la que vivimos, y en esa realidad quienes nos rodean, y en medio de quienes nos rodean, nosotros como idividuos. 

   Cuando empezamos a investigar sobre las partes de la que está formada la realidad en la que vivimos, cada vez vemos cosas más pequñas, cosas que se pueden dividir en partes aún más pequeñas, y llegamos a las moléculas, y vimos que las moléculas están formadas por átomos, y vemos que los átomos están formados por partículas, y hasta aquí ha llegado la ciencia, pues considera que las partículas son la parte más pequeña que se ha encontrado, la que según los conocimientos científicos actuales, no se puede dividir en otras partes más pequeñas. Aquí nos encontramos como en el caso anteriior, con la dificultad de encontrar la relación entre todas esas partes tan complejas, esas partes que son la base de la nuestra realidad cotidiana, esas partes de las que estamos formados. Y se presenta la dificultad de ver cuales son las relaciones entre lo más pequeño de todo (la partícula), con lo más grande de todo (el multiverso), y en medio de todas esas relaciones, nosotros como Humanidad  y como individuos. 

   Cuando observamos nuestra realidad cotidiana, unas veces la vemos como un todo. Sin embargo, sabemos que ese todo está formado por partes. Así, cuando nos centramos en el todo no vemos las partes, o las vemos superficialmente, paracialmente, distorsionadas. Cuando empezamos a ver las partes, nos centramos tanto en ellas que podemos llegar a conocerlas bastante bien, pero cuanto más las conocemos más perdemos de vista las relaciones que mantienen entre ellas,  y sobre todo, que olvidamos o no prestamos atencióon al hecho de que todo está formado por las relaciones entre todas sus partes. 

   Si nos ponemos a reflexionar sobre los seres que vemos, en primer lugar vemos que hay diferentes tipos de personas, y a veces  incluso las clasificamos por grupos. En este nivel de reflexión nos resulta relativamente fácil ver que la sociedad es como es en función de cual es el peso de cada uno de esos grupos de personas en el conjunto de las relaciones sociales. Pero si empezamos a analizar individualmente a la gente, incluso a la gente de uno sólo de los grupos en los que la hemos clasificado, a medida que conocemos oomás cosas del individuo, más diferente nos parece respecto a otros individuos de su mismo grupo, y mucho más todavía respecto a los individuos de los otros grupos. Esta visión tan detalladaa de los individuos suele tener dos grandes consecuencias:

   *Que nos resulte muy difícil ver cuales son las relaciones que tienen entre sí las diferentes partes que conocemos del individuo. Como no podemos aceptar que tras conocer tantos aspectos del individuo no conozcamos al individuo, lo que hacemos es emitir un juicio sobre él, es decir, elaborar unas creencias.

  *En segundo lguar, que nos resulte muy difícil ver cuales son las relaciones entre individuos tan diferentes, y aquí hacemos lo mismo: elaboramos creencias. 

   Cada vez que no conocemos algo creamos unas creencias, por lo tanto, toda creencia está constituida en gran parte sobre algo desconocido, y sin embargo, con qué facilidad creemos que el mapa de nuestras creencias es una representación exacta de la realidad. Esta visión nos vuelve rígidos, dogmáticos, fanáticos, lo cual nos impide conocer la realidad y a veces nos vuelve muy peligrosos para los demás. 

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