jueves, 30 de enero de 2020
LOS MAPAS DE LAS CREENCIAS
Hay tantos mapas como creencias. Una creencia es una mezcla de cosas que conocemos, de cosas que aunque las conocemos no las comprendemos bien, de cosas que podemos conocer pero que aún no conocemos, y de cosas que no podemos conocer.
En la formación de nuestras creencias intervienen muchos factores: En primer lugar nuestro nivel de conciencia, el cual tiene dos grandes aspectos: Por un lado está el eje de profundidad y elevación. Por otro lado están las diferentes direcciones hacia las que nuestro nivel de conciencia puede orientarse.
Junto a nuestro nivel de conciencia están nuestras emociones, nuestra razón, nuestro grado de inteligencia, y en un lugar muy destacado, están nuestras experiencias, las cuales nos producen determinadas impresiones y ante las que reaccionamos de diferentes maneras.
Sobre un mismo aspecto del Universo o de la Naturaleza, o sobre un mismo aspectos de lo Divino o de lo humano, existen multitud de creencias, todas ellas argumentadas con argumentos y razones muy sólidos, tan sólidos que consiguen convencer a mucha gente de que no son CREENCIAS, sino que se trata de la REALIDAD.
Si recurrimos a la libertad interior y a la razón, ante tantas creencias diferentes resulta imposible saber cual es la que más se acerca a la realidad, y por otro lado, cuando hay tantas creencias sobre una misma cosa es porque ninguna convence a todos. Cuando algo convence a todos deja de ser una creencia y es aceptado como una realidad.
Frente a tantas diferentes creencias tenemos la capacidad para pensar con libertad, y junto a esta libertad interior tenemos a la razón para no caer en la fe, ni en los dogmas, ni en el fanatismo, ni en el escepticismo estéril o en la resignación amarga. Pero también tenemos nuestra intuición, nuestra conciencia, y nuestra capacidad para observar y captar directamente lo que nos rodea sin el filtro de ninguna creencia.
LA CONCIENCIA NO TIENE MAPA
En realidad la conciencia no tiene mapa porque la conciencia ve la realidad como es, sin embargo, en nuestro interior, la conciencia está mezclada con el mapa de nuestras emociones de seres que vivimos en una sociedad civilizada, es decir, NO-natural. La conciencia tamibén está mezclada con la razón, pero no con la razón liberada de las creencias y de los valores morales, sino de una razón perturbada por creencias, moralidades y emociones desequilibradas.
Aunque nuestra conciencia está siempre presente en nosotros y está siempre hablándonos, nuestra mente y nuestra intuición sólo la captan cuando estamos serenos, sólo en esa situación nuestra mente y nuestra intuición pueden distinguirla en medio de todas las líneas de nuestros mapas.
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