viernes, 5 de mayo de 2017

UN MUNDO SENCILLO


    Jorge se sentía agobiado con todo lo que él consideraba artificial, (y por artificial entendía todas las creencias e ideologías, las modas de todo tipo, y el uso y abuso de la mayoría de las tecnologías y la dependencia de ellas), y además creía que los artificios, no sólo no solucionaban ningún problema, sino que eran sus causantes. Con estos argumentos le pidió a Merlín que le enviara a un mundo sencillo. 

   Merlín accedió y Jorge se encontró paseando por las calles de una pequeña ciudad. Al principio no notó nada diferente, pero poco a a poco empezó a ver que allí las cosas eran más sencillas y que la gente estaba serena y no mostraba ninguno de los signos de estrés, preocupación y de frustración que tanto abundan en nuestra sociedad. En una plaza se encontró con un policía sentado tranquilamente en un banco, no iba armado y no se mostraba vigilante. Se dirigió hacia él y le preguntó: 

  -¿Cómo funcionan las cosas en este país?

 -Tenemos leyes, democracia, parlamento y gobierno, lo que ocurre es que aquí no existen objetivos de alcanzar grandes cosas, sino que el objetivo es vivir lo más sencillamente posible. 
  -Contestó el policía, y como Jorge guardó silencio, el policía continuó: 

  -El parlamento y el gobierno sólo se dedican a dos cosas: A aprobar leyes para afrontar las situaciones nuevas y a ir eliminando los aspectos artificiales que creen que son posibles eliminar, respetando siempre la voluntad mayoritaria de los ciudadanos. Los ciudadanos votan a los políticos en función de estos dos aspectos, y cuando el nuevo presidente forma gobierno, elige como ministros a personas que son capaces de vivir sin los artificios que los ciudadanos quieren eliminar, pero que todavía no son capaces de conseguir. 

 -¿Y hay algún artificio que no quieran eliminar? 
-Preguntó Jorge. 

 -Sí, todos aquellos que creemos que son necesarios para mantener la salud y aumentarla y para poder alimentarnos, vestirnos y tener una casa en la que vivir. -Contestó el policía. 

 -Viviendo sencillamente tendrán mucho tiempo libre y muchas energías para hacer muchas cosas, ¿Qué es lo que hacen cuando no están trabajando para ganarse la vida? -Preguntó Jorge. 

 -Pues aquí la gente hace de todo: Unos se dedican a las actividades artísticas y culturales, se practican una gran variedad de deportes, eso sí, aquí los estadios no tienen gradas para el público y en los medios de comunicación no hay información deportiva, otros desarrollan otros potenciales naturales los cuales son muy variados, otros se dedican a la vida espiritual, unos prefieren la soledad y otros la vida social. Pero sea cual sea la actividad que cada cual desarrolle, hay una cosa común: Nadie se complica la vida, aquí la sencillez prima por encima de todo lo demás. 
 -Concluyó el policía, y en esos momentos Jorge se despertó, y lo hizo con tal cara de satisfacción, que Merlín no le preguntó nada. 

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