El demonio del que renegamos,
el que dentro llevamos
y de vez en cuando sale fuera.
El ángel que creemos que somos,
el que vemos fuera
en la admirada belleza.
Los dos se crean mutuamente,
el uno no existe sin el otro,
son el yin y el yang.
Son el Tao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario