viernes, 18 de octubre de 2019

NORMAS Y LEYES


    El viejo profesor estaba hablando con Clío, su amiga historiadora, y ésta le decía:

  -Las relaciones humanas se regulan por medio de normas morales y de leyes, y ante ambas caben las siguientes opciones: Aceptarlas, eludirlas, violarlas o cambiarlas.

  -Explícate, por favor. -Pidió el viejo profesor. 

 * Cuando se aceptan ocurren dos cosas: Que los poderosos tienen seguro su poder, y que la sociedad alcanza el mayor grado de armonía social que el Hombre actual puede y sabe alcanzar. 

 * Muchas veces se pueden eludir, y en toda sociedad siempre ha existido un margen para eso, margen que se utiliza para escapar de ciertas opresiones y para disfrutar de ciertas libertades. Por otro lado, este aspecto tiene una enorme utilidad, pues al hacer más soportable la vida a la gente reduce muchas tensiones y evita muchos conflictos. 

 * Cuando las leyes se violan, tarde o temprano ocurre la tragedia, la cual puede afectar solamente a quienes las ha violado, o al conjunto de la sociedad. Por otra parte, las tragedias siempre son parteras de cambios profundos, e incluso de cambios a mejor, puesta hasta ahora las sociedades no saben cambiar sus creencias profundas y sus actitudes y comportamientos más importantes que debido a la búsqueda de soluciones ante el sufrimiento que les producen las tragedias, sólo algunos individuos saben cambiar por sabiduría y sin llegar a la tragedia. 

 * A la hora de cambiarlas, en teoría se puede hacer por medio del diálogo, del acuerdo o del consenso, pero en la práctica esto ocurre pocas veces, la gran mayoría de las veces las normas y las leyes se cambian como consecuencia de las luchas sociales, en las cuales, el ganador impone sus normas. Existe otra fuerza que impulsa al cambio, y se trata de cuando la mayoría de la sociedad ve que las viejas normas y leyes ya no sirven para el propósito para el que fueron creadas. 

  Pueden parecer justas o injustas, hay quien puede creer que hay otras leyes, pero estas leyes están presentes en todos los libros de historia, así como en toda la gran literatura, en especial en las novelas y en las obras de teatro, y por supuesto, las encontramos observando la situación social y política actual, y cada individuo se las puede aplicar a sí mismo. -Dijo Clío.



  El viejo profesor mantuvo un silencio reflexivo y en su actitud fue mostrando que estaba de acuerdo, y Clío le preguntó:

  -¿Existen normas y leyes en el Universo y en la Naturaleza?

 -El Universo y la Naturaleza (el cuerpo humano es también Naturaleza) se rigen por unas leyes naturales y aunque se puede opinar si son justas o injustas, no son ni lo uno ni lo otro, sencillamente SON, y no sabemos por qué son así y no de otra manera. Ante estas leyes también caben las mismas opciones que ante las normas y las leyes impuesta en el nivel social, pero con consecuencias diferentes:

  * Aceptarlas requiere cambios interiores, sabiduría, elevación de la conciencia, y tiene siempre como consecuencia la armonía, la cual no afianza a ningún poder, ni impone ningún sometimiento, sino que libera del deseo, del miedo y del sufrimiento.

  * Se pueden eludir, siempre hay un margen para ello, pues la Naturaleza tiene capacidad para superar por sí misma ese grado de destrucción producido por quienes las eluden, pues al tratarse solamente de eludirlas, el grado de destrucción es pequeño. Además, el poder eludir algunas de esas leyes hace que la búsqueda de la armonía no sea un camino rígido, no sea una doctrina, no sea una ley de obligado cumplimiento, y de esta manera no resulte nunca un infierno de sacrificios y de esfuerzos para el caminante.

 * Cuando se violan también surge la tragedia, y todos sus aspectos son similares a los que tú has explicado para cuando se violan las normas y las leyes sociales. 

  * No se pueden cambiar, intentar cambiarlas no solamente no es posible, sino que tiene las mismas consecuencias que violarlas. Sin embargo, el Hombre está capacitado para cambiar sus relaciones con la Naturaleza, está capacitado para vivir libremente y en armonía con ellas. -Respondió el viejo profesor. 

  -¿Crees que hay alguien que sea consciente de todos estos aspectos?. -Preguntó Clío. 

  -Creo que, en mayor o menor medida, todo el mundo conoce estos aspectos, pero muy poca gente es consciente de ellos. La mayoría porque están solamente ocupados, incluso obsesionados, con los aspectos sociales y no ven más allá. Otros tienen su principal centro de interés en la enorme multitud de aspectos mágicos. Las personas religiosas están centradas en el estudio y en el cumplimiento de las normas de su religión. Y en cuanto a las personas espirituales, suelen tener poco en cuenta los aspectos sociales, políticos e históricos, y muchos, en vez de prestar más atención al Universo y a la Naturaleza, ponen toda su atención solamente en los diversos aspectos de lo sobrenatural, de lo Divino y de su propio mundo interior, e intentan vivir en esa burbuja, intentan vivir ignorando todo lo que pueden lo que hay fuera de esa burbuja, pues creen que esa es la única manera de crecer espiritualmente, pues todo lo que hay fuera de esa burbuja lo ven solamente como causas de agitación, de perturbación y de ilusión. -Contestó el viejo profesor.

  -¿Y si ellos están más en lo cierto que nosotros? -Preguntó Clío.

  -La verdad sólo la conocen al completo el Tiempo y el Misterio. Nosotros, aunque a veces creamos tener más razón que los demás, aunque a veces hagamos afirmaciones como las que acabamos de hacer, en realidad lo que estamos haciendo es provocar reflexiones, y allá los demás con sus creencias. -Concluyó el viejo profesor. 

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