jueves, 8 de marzo de 2018

ACTITUDES HACIA LA NATURALEZA



   Hacia la Naturaleza se pueden tomar dos actitudes: 

   * La de intentar dominarla y controlarla con el único objetivo de usarla para conseguir bienes materiales, riquezas y todo tipo de placeres.

  * La buscar en ella solamente lo que necesitamos para la supervivencia y orientar nuestra hacia la armonía con Ella. 

   Desde que aparecieron la agricultura y la ganadería, ha dominado mayoritariamente la opción de dominar y de controlar a la Naturaleza, y ha sido esa opción la que dio lugar a las ciudades y a eso que llamamos civilización, la cual tiene su base principal en intentar dominar a la Naturaleza y en vivir de espaldas a Ella. 

  Frente a la destrucción medioambiental ha surgido la conciencia ecologista, la cual trata de proteger el medio ambiente y a los seres vivos, pero no intenta armonizar con la Naturaleza pues no sienten que formen parte de Ella, sólo les anima el amor por Ella y la conciencia de que la destrucción medioambiental pone en peligro la supervivencia del Hombre. 

   La opción del dominio y del control se ha reforzado muchísimo a partir de la Revolución Industrial, la cual tiene como principales herramientas a la ciencia y a la tecnología. Gracias a estas herramientas, el hombre actual come mejor que nunca, vive más años que nunca, tiene mejor salud física que nunca, tiene más bienes y comodidades que nunca. Para la gran mayoría esto significa un gran éxito en el dominio y en el control de la Naturaleza. 

   Pero el Hombre actual está pagando un precio por esto: Un alto grado de destrucción medioambiental, el cual si continua puede poner en peligro la existencia de la especie humana, o provocar grandes mortandades y otras calamidades. 

   La actitud de dominar y controlar a la Naturaleza está íntimamente ligada a los intentos de dominio y de control del Hombre para que sea el trabajo humano el que produzca los bienes materiales y la riqueza a partir de la Naturaleza, y así las civilizaciones siempre han estado divididas entre poderosos y sometidos, y se han caracterizado por las luchas entre ellos, y por las luchas que los ambiciosos siempre han mantenido con sus rivales, y esto es lo que ha producido todas las guerras. 

   Por otro lado, tanto el hecho de optar por el dominio de la Naturaleza, como los éxitos conseguidos por la ciencia y la tecnología, han bloqueado la opción de buscar la armonía con la Naturaleza pues el Hombre se centra mucho más en su inteligencia y en conseguir sus deseos, que en su vida espiritual, del tal manera, que el Hombre queda despojado de algo tan importante para su vida como es su espiritualidad. 

   Que el Hombre viva separado, alienado de la Naturaleza, tiene unas consecuencias para cada uno de los individuos. Pero nadie se ha dedicado a investigar estas consecuencias, casi nadie ve la relación que existe entre vivir alienados de la Naturaleza, y los diferentes problemas sociales, los diferentes trastornos emocionales y psicológicos, y las muchas causas de dolor y de sufrimiento. 

   El Hombre actual se encuentra ante una encrucijada crucial: Su opción por el dominio sobre la Naturaleza, o su búsqueda de la armonía con Ella.

  Esta encrucijada no es algo abstracto, o algo que tengan que resolver las instituciones internacionales o los científicos, o los ecologistas, esta encrucijada se da en el interior de cada uno de nosotros, y nos dice que hemos de buscar otra relación, tanto con la Naturaleza, como con los bienes materiales que se producen a partir de la ciencia y de la tecnología.  

      

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