El sabio taoísta Chuang Tse nos dice:
"Una noche Zhuang Zhou soñó que era una mariposa: una mariposa que revoloteaba, que iba de un lugar a otro contenta consigo misma, ignorante por completo de ser Zhou. Despertóse a deshora y vio, asombrado, que era Zhou. Mas, ¿Zhou había soñado que era una mariposa? ¿O era una mariposa la que ahora estaba soñando que era Zhou?"
La duda nos libera de la visión miope, estrecha y distorsionada que son las creencias. Pero entre las brumas de las dudas y de las creencias emerge lo más elevado de nuestra conciencia, esa conciencia que es la que puede permitirnos captar que Zhou y la mariposa, pese a las diferencias que vean nuestros ojos y nuestra mente, tienen la misma esencia, pues son ritmo y manifestación del Tao.
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