lunes, 5 de junio de 2023

LA SOLEDAD Y LOS DEMÁS.

 



 En soledad y acompañados,
 todos somos frutos y semillas del mismo árbol

     En función de los frutos que nos dan las relaciones con los demás, valoramos más o menos la soledad. 

  En función de los frutos que cultivamos y que obtenemos en nuestra soledad, valoramos más o menos las relaciones con los demás.

                 Tratar a los demás

Cuando nos domina nuestro ego, a la hora de tratar a los demás, lo primero que tenemos en cuenta es a nosotros mismos, y para ello se nos presentan las siguientes maneras de tratarles: 

  *De manera que podamos defendernos de lo que hacen para conseguir sus necesidades y sus deseos.

 *De manera que podamos conseguir nuestras necesidades y nuestros deseos a través de ellos. 

 *Guiados por nuestras creencias y por nuestros sentimientos. 

 *Guiados por lo que consideramos lo mejor para nuestros seres queridos y para la sociedad. 

  Conocemos el poder de nuestro ego cuando somos conscientes de cuales de éstas maneras de tratar a los demás tiene más peso en nosotros. Conocido y aceptado el poder de nuestro ego, podemos empezar a apagarlo, a dormirlo, a observar y a escuchar a la conciencia. 

  Cuando el ego va dejando paso a la conciencia, a la hora de tratar a los demás se nos presentan las maneras siguientes: 

  *De manera que podamos ayudarles a conseguir lo que necesitan y lo que desean. 

  *Teniendo en cuenta sus creencias, sus sentimientos y su naturaleza. 

  *Guiados por la armonía con nuestra naturaleza y con el flujo del Universo. 

  En función de cual es nuestro nivel de conciencia, nos guíamos, mas o menos, por cada una de éstas maneras, y vemos, más o menos, cuales son las consecuencias, para nuestras vidas y para las vidas de los demás. 

  Lo demás son complejidades mentales y morales, laberintos de culpas y de justificaciones.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario