PAZ

   Todo el mundo habla de paz, de convivencia, de respeto y de tolerancia por las ideas y las creencias del otro, y a la vez que todo el mundo habla de paz, lo hace defendiendo su propia creencia. 

   Cuando cada cual defiende su creencia siempre dice que su creencia es una creencia de paz, de convivencia, de respeto y de tolerancia.

  Pero hemos de tener en cuenta que toda creencia lleva implícito el deseo de que las cosas sean de una manera determinada, toda creencia lleva implícito el deseo de que el mundo se rija por esa creencia, y creencias hay muchas pero mundo sólo hay uno y por lo tanto ya estamos ante un conflicto en potencia. 

   Pero sobre todo, toda creencia es siempre el medio y la bandera que usa mucha gente para conseguir sus propios y particulares deseos, y los deseos chocan, y cuando los deseos ganan fuerza las reglas morales, las leyes, el respeto y la tolerancia son derrotadas, y surge el conflicto, y el conflicto a veces es sangriento.   

   Entre todos los que hablan de paz y a la vez siguen defendiendo sus propias creencias, nadie es consciente de esta situación, nadie es consciente del potencial conflictivo que toda creencia contiene. Todo el mundo presenta su creencia como una mariposa pacífica y bella, pero toda creencia tiene espinas agresivas.

    Lao Tse decía que cuando no hay deseo todo está en paz, pero en las diferentes creencias de nuestra sociedad no hay nada más importante y más sagrado que el derecho a conseguir los propios deseos, pero eso sí, todo el mundo se llena la boca de paz y de tolerancia, todos menos el que decide recurrir a la violencia, pero siempre lo hace argumentando la defensa legítima de sus creencias y la legitimidad de sus deseos.

    Y nadie habla de estas contradicciones, todas las reflexiones y todos los argumentos se dedican a culpar al otro como causante de la violencia, y el violento acusa al resto de ser injustos y malvados y defiende la bondad y la legitimidad de las creencias que dice estar defendiendo, por las que lucha,  por las que recurre a la violencia.