Quién está en armonía con el natural fluir sabe que quien mira y lo mirado es lo mismo. Los demás buscamos las diferencias y desarrollamos pensamientos dualistas.
Estos pensamientos a veces son energía para nuestro ego, el cual trata de imponer su visión sobre lo bueno y lo malos, lo cierto y lo falso, lo mejor y lo peor...
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