viernes, 24 de julio de 2020

LAS LIBERTADES


  Existen varias visiones de lo que es la libertad, y lo mismo que se considera como libertad por unos, otros lo ven como opresión, pues no hay una visión universalmente aceptada de lo que es la libertad, y por otro lado, las actuales definiciones sobre la libertad y las actuales leyes que la regulan, pueden tener diversas interpretaciones. 

   De todas maneras, los diversos conceptos mayoritarios y dominantes en nuestra sociedad sobre las libertades se ajustan perfectamente al paradigma dominante. Así, para el paradigma dominante, los más importante en conseguir lo deseado, pues bien, la libertad se ve como una de las mejores herramientas para conseguir lo deseado. Para el paradigma dominante la moralidad es una forma de regular la manera de conseguir lo deseado, pues bien, las diversas teorías sobre la libertad están llenas de conceptos morales, tales como ese concepto de que la libertad consiste en hacer lo que se quieera pero sin dañor al otro. 

  La libertad también se presenta como una promesa y como una esperanza de felicidad, y así, quienes la idealizan la prometen o la esperan, ven a la libertad como algo que cuando se consigue produce los más altos niveles de felicidad. 

  La libertad vista por nuestra sociedad tiene una gran paradoja: Si quiere para conseguir lo deseado, y quienes la usan para eso, la pierden pues se esclavizan a sus deseos y a todo lo que tienen que hacer para conseguirlos. 

  La libertad en nuestra sociedad siempre ha estado asociada a evitar el dolor y a conseguir placer, y así, vemos que en realidad lo más importante no es la libertad, sino escapar al dolor y conseguir el placer, y en nombre de esto se renuncia fácilmente a la libertad.

  Fuera del paradigma dominante de nuestra sociedad, existe otro concepto de la libertad, se trata de la liberación, es decir, se trata de que nos bastemos con aquellas cosass que para conseguirlas no se necesita perder libertad, sino aumentarla. 

  Viendo todo lo anterior, convendría cuestionarse, en primer lugar, el concepto que cada uno tiene sobre la libertad, no sea que su concepto no sea armónio con la realidad del Universo, de la Naturaleza, y de de sí mismo. 

  También nos convendría ser conscientes de qué visiones de la realidad son las que nos restan libertad y cuales son las que la aumentan. 

   Creo que deberíamos de dejar de asociar la libertad y al placer, a la felicidad, y asociarla a la sabiduría, a la aceptación del flujo natural de las cosas, a la armonía.


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