sábado, 25 de julio de 2020

EL CAMINANTE Y LAS FLORES SILVESTRES


   El caminante que quiere ver no se deja deslumbrar por la  belleza de estas flores, no considera la belleza como la única ni como la principal característica de las flores silvestres. 

   Así se fija en su tallo flexible, el cual permite a la planta no romperse ni ser arrancada cuando sopla el viento. Es esa flexibilidad que cuando sopla el viento el tallo se inclina y cuando deja de soplar el viento, el tallo vuelve a su estado anterior, al estado que le ha dado su verdadera naturaleza. De esta flexibilidad el caminante deduce el valor de la flexibilidad para hacer frente a las diversas y cambiantes situaciones que se va encontrando en la vida, en lo que necesita aprender para adaptarse a ellas y aún así permanecer humilde, es decir, sin arrogancias ni vanidades, y fiel a sí mismo, fiel a su nivel de concienia. 




   Las plantas que producen las flors silvestres la mayoría son hierbas anuales que mueren en el verano o en el otoño, pero dejan sus semillas. Unas de estas semillas alimentan a otros seres vivos, es decir, contribuyen a facilitar la vida de esos seres, otras no se reproducen pero fertilizan el suelo, y otros se entierra y así pasan el otoño y el invierno y después vuelven renovadas con la energía perenne del Universo y vuelven receptivas para poder ser fértiles otra vez, y vuelven con sus alegres colores, los colores de la alegría de vivir, los colores que invitan a un festín a las abejas, a las mariposas, a los insectos libadoes y polinizadores. 


     Pero aunque vuelven vestidas de alegres colores, vuelven desnudas de ilusiones. Las plantas y las flores son lo que sono porque esa es su verdadera naturaleza, y les basta con esta naturaleza, y como les basta no tienen ilusiones. De la misma manera, quien se basta con lo que es y con lo que la vida le ofrece, tampoco tiene ilusiones, tampoco busca más placer, y entonces despierta porque puede ver directamente.


    Mira a las flores silvestres y a veces halla mariposas posadas en ellas, y entonces ve las relaciones que mantienen entr ellas, y entonces puede percibir la red de relaciones que hay entre todos los seres vivos y todos los elementos de la Naturaleza y del Universo, y entonces puede verse a sí mismo como lo que es: Una parte más de ese conjunto de relaciones. Todo esto lo puede ver siempre que quiera ver y que su ego y sus creencias no se lo impidan. 

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