martes, 13 de febrero de 2018

TOMAR CONCIENCIA DE LA NATURALEZA


   Ser conscientes de como nos afecta la Naturaleza es más fácil que ser consciente de como nos afecta el Universo, y de hecho, tenemos cierto grado de conciencia de como nos afecta el clima, o la visión de un paisaje, o las diferencias entre las estaciones. 

   Sin embargo, aquí se da una fuerte diferencia entre como nos afectan realmente estos aspectos, y la poca importancia que nuestra mente suele darles. Creemos que lo más importante para nosotros son nuestras relaciones con los demás, conseguir nuestros deseos, solucionar nuestros problemas y acabar con nuestras preocupaciones, o incluso le damos la espalda a la Naturaleza porque nos centramos solamente en nuestro mundo interior.

   Nuestra mente sabe que el aire que respiramos, los líquidos que bebemos, nuestros alimentos, nuestra ropa, nuestras casas, y todo lo demás proviene de la Naturaleza. Pero respiramos sin tomar conciencia de que el aire es Naturaleza ni de la contaminación que contiene debido a la actividad humana.

   Creemos que lo que bebemos y comemos, y todo lo que usamos se consigue con dinero, que los alimentos se compran en el supermercado y que el agua proviene de los grifos. ¿Vemos lo separados que estamos de la Naturaleza?

    Existen los movimientos ecologistas, y la sociedad está desarrollando cierta conciencia ecologista, y esto ha impedido y sigue impidiendo que la contaminación y la destrucción medioambiental sean más intensos de lo que serían si no existiera la ecología, pero la ecología ve al Hombre como algo separado de la Naturaleza, vea la Naturaleza como la casa en la que vivimos, ve a los seres vivos como algo a lo que hay que defender. 

   En suma, la conciencia ecológica no ve al Hombre como Naturaleza, con lo cual, aunque la ecología aboga por un planeta más limpio y por la conservación de los espacios naturales, no entiende en su totalidad la unidad entre el Hombre y la Naturaleza. 

   La visión de que la Naturaleza ha de servir para que el Hombre consiga sus deseos de bienes materiales y de riquezas, ha hecho que se use la ciencia y la tecnología para intentar dominarla y controlarla, para explotar sus recursos. 

    El actual desarrollo de la ciencia y de la tecnología nos ha hecho tan dependientes de ellas, que sin ellas no sabríamos sobrevivir. De esta manera, la búsqueda de la armonía con la Naturaleza hoy sólo es posible a nivel interior, a nivel espiritual. Pero que esta armonía sea posible pasa por ser conscientes de todos los aspectos de nuestras relaciones con la Naturaleza. 

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