La victoria sólo la dan la mayor fuerza y la mayor inteligencia.
La derrota sólo se produce debido a la menor fuerza y a la menor inteligencia.
También están las victorias que consiguen quienes evitan el combate, o quienes saben ceder, los cuales nunca conocen la derrota.
Frente a los vencedores que luchan, entre quienes no somos sabios, se producen las siguientes reacciones y actitudes:
*Hay quienes les admiran, les premian y les aman, por su inteligencia y por sus capacidades.
*Hay quienes les odian por sus métodos y por sus usos del poder.
*Y hay quienes les envidian por su conseguir lo que ellos no han conseguido.
Frente a los vencidos, entre quienes no somos sabios, se producen las siguientes reacciones y actitudes:
*Hay quienes les desprecian y les humillan por su poca inteligencia y capacidades.
*Hay quienes sienten compasión por su sufrimiento.
*Y hay quienes creen que los vencidos tienen mejores cualidades que sus vencedores.
Éstas reacciones y actitudes pueden ser manipuladas, tanto por los vencedores como por los vencidos. Y también por todos los vendedores de soluciones y de ilusiones, los cuales se presentan disfrazados de santos, o de sabios, o de héroes salvadores.
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