Todo lo que somos y tenemos provienen del pasado. Pero nuestra visión del pasado está determinada por los siguientes grandes aspectos: Tenemos una visión incompleta. Cuando se trata de un pasado vivido por nosotros, surgen los olvidos. Al pasado siempre lo vemos con los ojos del presente y con las creencias sobre el futuro.
Los sentimientos sobre las personas, sobre los demás seres vivos, sobre las cosas, los tenemos en el presente, pero se deben a lo que ocurrió en el pasado, ya sea en el pasado lejano o en el pasado del instante más reciente
El pasado nunca vuelve, pero cuando el presente resulta doloroso, y percibimos al pasado como dichoso o idealizado, a mucha gente le gustaría que volviera, o poder volver ellos a él.
Placentero o doloroso, el pasado nos deja recuerdos, lecciones, huellas y semillas, y todo ésto también lo dejamos nosotros, ahora, y cuando regresemos.
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