*Hay certezas que nos resultan dolorosas, pues nos muestran que las cosas no son como queremos que sean. Siempre que podemos combatimos el dolor que nos producen éstas certezas con satisfacciones, con esperanzas y con ilusiones.
*Hay certezas que nos resultan satisfactorias, pues nos muestran que las cosas son como queremos que sean.
*Cuando sentimos una satisfacción, damos por cierto y por bueno aquello que nos la ha producido. Pero las causas de nuestras satisfaccionoes son muchas, y muchas de ellas no responden a la realidad de las cosas.
Aquí vemos que nos importan más las satisfacciones que las certezas, y esto tiene muchas consecuencias, pero no las vemos porque estamos ocupados en conseuir nuestras satisfacciones.
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