sábado, 9 de septiembre de 2017

LIBERTAD INTERIOR, VERDAD INTERIOR




    Si no estamos atrapados por ninguna creencia, si tenemos  libertad interior, no tenemos más remedio que reconocer que al Ser Humano le resulta imposible conocer y comprender la verdad última de las cosas, y muchas veces incluso verdades mucho menos ocultas. 

   Sin embargo, aunque estemos libres de creencias y tengamos libertad interior, todos tenemos una visión de las cosas, es decir, una cierta explicación de cuál es la realidad. Esa visión debería basarse únicamente en dos grandes aspectos:

  * Tener plena conciencia de qué es lo que nos produce sensaciones de paz interior, de libertad interior y de plenitud. 

  * Tener plena conciencia de cuales son todas las consecuencias que, para nosotros y para el mundo en el que vivimos, tienen los diferentes aspectos de nuestra visión de las cosas. No importa la intención que pongamos a la hora de hacer las cosas, las consecuencias no vendrán determinadas por esa intención, sino por lo que hagamos en el mundo exterior y por nuestra actitud hacia nuestro mundo interior, y lo que hacemos y nuestras actitudes interiores se deben siempre a cuál es nuestra visión de las cosas.

    Guiarnos por estos dos grandes aspectos no nos garantiza ni el conocimiento ni la comprensión de la verdad última de las cosas, pero es guiarse por nuestra verdad interior, y es lo más cerca que podemos estar del conocimiento y de la comprensión, y cuanto más cerca estemos, mayor será nuestra liberación y nuestra armonía. 

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