jueves, 27 de octubre de 2016

LAS PARTES Y EL TODO



   Las partes que nos forman a cada uno de nosotros son: 

   * Nuestro cuerpo, con sus energía, sus necesidades, sus dolores y sus placeres. 

  * Nuestras emociones, con sus tormentas, sus calmas, sus dolores y sus placeres. 

  * Nuestra mente, con sus tormentas, sus calmas, sus pensamientos y sus creencias. 

  * Nuestro ego, con sus afanes, sus defensas, sus ataques, sus faltas de energía y sus vanidades.

* Nuestra moralidad, con sus blancos y sus negros, y con sus debilidades frente a los deseos. 

 * Nuestra energía y nuestros estados de ánimo.

 * Nuestra intuición. 

  * Nuestra esencia o espíritu. 

  * Nuestra conciencia, que es la única que puede conocerlo todo y en la que todo se refleja. 

  En cada momento, en cada situación de nuestra vida, nos dominan o nos centramos únicamente en una o en unas pocas partes partes de nuestro todo, ignorando a todas las demás, o despreciándolas. Estas situaciones son todas agitadas, tanto si son placenteras como si son dolorosas, pero tras la agitación siempre vuelve la calma. 

  Como esa calma es siempre placentera, pues es un alivio o un descanso, la mayoría de las veces nos dedicamos solamente a disfrutar de ella. Sin embargo, es solamente durante esta calma cuando podemos ver nuestro todo, un todo que consiste en cuales son las relaciones entre las partes.

  Necesitamos ser conscientes de cuales son las relaciones entre nuestras partes, y lo necesitamos para conocernos a nosotros mismos, para ser libres interiormente y para armonizar con la Naturaleza, pues somos Naturaleza, y para armonizar con el Universo, pues estamos hechos de la misma materia-energía que Él, regidos por sus mismas leyes y animados por su misma esencia. 



  

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