LOS PROBLEMAS

 

  A la hora de solucionarlos, lo primero es ver sus causas. Aquí nos encontramos con tres grandes aspectos: 

  *El primero y más importante es conocer las causas reales, pues son muchas las creencias, las ilusiones, las culpas y las justificaciones que pueden llevarnos a error. 

 *El segundo es creer que se trata de causas concretas. 

 *El tercero es ver que se trata de causas más amplias, es decir, de causas generales. 

  Sólo muy pocas veces comprendemos las causas reales, las demás veces, o no las conocemos al completo, o sólo nos interesa conocer las posibles soluciones. De ésta manera, casi siempre nos centramos en ver si las causas son concretas o son generales. 

  Cuando intentamos solucionar un problema partiendo de la base de que sus causas son concretas, a veces lo solucionamos, pero como las causas nunca son concretas, pronto aparecen otros  problemas, aunque no solemos ser conscientes de las relaciones que existen entre los nuevos problemas y lo que hicimos frente nuestro viejo problema concreto. 

  Cuando intentamos solucionar un problema partiendo de la base de que sus causas son generales, aunque podamos estar en lo cierto, solucionarlo requiere cambiar las situaciones generales, lo cual presenta tantas dificultades, que por ese camino ningún individuo ni ningún grupo social solucionan sus problemas, y tal vez por eso, la gran mayoría de las veces afrontamos nuestros problemas como si sus causas fueran concretas. 

  Mientras intentemos ser más de lo que somos y tener más de lo que tenemos, iremos creando problemas, y ninguna de las soluciones que creamos haber encontrado, nunca serán definitivas.