El Hombre está en lucha contra lo natural,
tanto en el exterior como en su interior,
con la ilusión de poder derrotarlo,
y poder conseguir así lo soñado.
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Lao Tse nos dice al respecto:
"El Tao siempre está en paz.
Vence sin competir,
responde sin hablar."
(Tao Te King. Cap. 73)
El Tao es el Universo, lo natural, y no tiene ninguna fuerza opositora a la que necesite vencer, por lo tanto, siempre está en paz.
El Tao, como no tiene propósitos, responde a través de sus manifestaciones en el Universo y en la Naturaleza, y por ello no necesita profetas ni otros intermediarios humanos que prediquen con palabras.
Sin embargo, en la sociedad, quien quiere vencer tiene que competir y que luchar, y quien responde lo hace con palabras y siempre llevado, o por la intención de convencer, o de destacar, o de adquirir poder. Ésto nos muestra el artificio complejo y conflictivo que es la sociedad, y que pese a ello, el Hombre le da más importancia a las relaciones sociales que a todo lo demás.
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