¿Por cual tomamos partido, por la flor o por la abeja? En principio es fácil ver que ésta es una pregunta trampa, pues consideramos que ambas son igualmente útiles para la vida.
Sin embargo, hay flores que son tóxicas y abejas que pueden picarnos. En éstos casos, ¿Por cual tomamos partido?
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En las relaciones humanas, la imparcialidad, el no tomar partido, unas veces es vista como una virtud y otras veces es vista como un defecto. Todo depende de cual sea la visión moral, de cuales sean los deseos, y de cual sea la fuerza de ambos. Mientras tengamos deseos de que las cosas sean como las deseamos, la imparcialidad no será ni buena ni mala, sencillamente será imposible.
Cuando tenemos deseos, consideramos como bueno a aquello que nos los da o nos ayuda a conseguirlos, y consideramos como malo a lo que nos los quita o nos pone obstáculos para conseguirlos. Y mientras tengamos deseos, siempre preferiremos lo bueno sobre lo malo. Así de sencillo, todo lo demás son complejidades y artificios morales, religiosos y filosóficos.
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