Se trata de dos de las emociones más intensas en dolor y en satisfacción, pero que siempre se mezclan con otras emociones, tales como el odio, y con las diversas creencias. Así, cuando pretendemos racionalizarlas, o bien encauzarlas por donde queremos, entramos en los mundos de las complejidades y de las contradicciones, cuyas agitaciones nunca nos dejan ver claro.Dejemos que fluyan las emociones
y observemos serenamente:
*Nuestros comportamientos.
*A nuestro ego.
*A lo que nos muestra la conciencia.
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