viernes, 11 de diciembre de 2020

EL HOMBRE ANTE SÍ MISMO


          El Hombre está animado por una esencia, por la misma esencia que anima al Universo y a la Naturaleza, esencia a la que unas veces se denomina espíritu y otras veces alma. 


  El Hombre tiene una conciencia, la cual es una parte del Universo, la cual lo conoce todo, pero la conciencia se manifiesta en la mente y en las emociones del individuo, y así se encuentra con los obstáculos producidos por el ego, por los deseos y por las creencias del individuo, de un individuo que no se identifica casi nunca con su esencia ni con su conciencia, sino con su ego. Un ego que surge como herramienta de supervivencia pero que se utiliza para conseguir cualquier deseo, uno ego que cree que para poder sobrevivir necesita sentirse un ser único, especial, separado del Universo y de la Naturaleza, pero eso produce en el ego deseos, miedos y creencias.


   Podemos creer que somos nosotros mismos cuando, en nuestra soledad libre y serena, no nos sentimos determinados por el Universo, por la Naturaleza o por la sociedad, es decir, cuando creemos que no necesitamos de esos aspectos, cuando vemos solamente lo que hallamos en nuestro interior. 

    ¿Sómos realmente esto solamente?


   Muchas personas espirituales creen que sí, que la esencia y la conciencia son lo único realmente importante, y de esta manera pretenden alcanzar un estado en el que solo vivan con estos dos aspectos y todo lo demás les resulta un estorbo, una fuente de perturbación, de agitación, de tensiones. 


   Ahora bien, el individuo es Universo, es Naturaleza, el individuo vive en sociedad, el individuo tiene un ego. Y por lo tanto, el individuo tiene que ver todas relaciones, tiene que ver como esas relaciones le afectan a él, y como él afecta a esas relaciones. Cuando el individuo alcance a ver esas relaciones y armonizar con ellas, entonces el individuo será realmente él mismo, entonces podrá armonizar, liberarse, tomar plena conciencia de lo que es, y entonces verá que es Uno con el Tao, con el Todo, con lo Divino. 

        

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