A veces, estando a solas, en nuestra vida interna es como si nada existiera fuera. Pero la realidad, siempre llama a nuestra puerta, y nos ponemos alerta. Casi siempre respondemos con creencias, pero a veces, la realidad nos despierta y su armonía nos libera. Si no lo hace, es que sólo vemos su apariencia.
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