ESTERILIDAD

    Hasta en el gris y estéril metal, la cretiva fertilidad se posa para compartir. 
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   Quien no crea nada, quien no se fecunda interiormente gracias a las receptividad, en realidad nada tiene para compartir, y por lo tanto es estéril. 

    Hay dos tipos de esterilidad: 

  *La de las personas pasivas que se limitan a coger lo que encuentran o a quedarse con lo reciben de los demás. Esta pasividad hace que no representen ningún peligro para nadie, como máximo son  una molestia. 

  *La de las personas activas. Se trata de personas que siempre están intentando conseguir algo sin crear nada, ni dar nada. Unas veces recurren al engaño y a la manipulación, otras veces recurren a diversas formas de chantaje emocional, otras veces recurren a la fuerza. Esta personas son potencialmente peligrosas, y la mayoría lo son también debido a sus comportamientos de conseguir lo que desean, muchas veces sin importarles las consecuencias. 

   En ambos tipos de personas, la esterilidad también repercute en sus vidas, pues son complementamente dependendientes de lo que encuentran, de lo que reciben, y de lo que consiguen, es decir, son vidas completamente dependientes del exterior, y el exterior es cambiante y además no se puede controlar. Ellos creen que dependen de su capacidad para conseguir lo deseado, pero lo que desean depende de cosas externas, las cuales muchas veces no pueden controlar. Cuando no pueden conseguir las cosas externas, su esterilidad les impide hallar la satisfacción.

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    En la práctica no existen los prototipos puros del creativo, del receptivo, del que comparte y del estéril, sino que todos nosotros tenemos alguna parte de todos ellos. Así, las diferencias entre los seres humanos radican en el peso que cada uno de estos aspectos tiene en nuestro interior.