lunes, 17 de junio de 2019
BUSCAR LA PLENITUD
A mi modo de ver, la plenitud que podemos alcanzar es el grado de armonía que alcancemos con nuestra conciencia, con el Universo, con la Divinidad, con el Uno, con el Tao. Dentro de nosotros existe un estímulo, una intuición profunda, para alcanzar esa plenitud. Cada uno de nosotros siente ese estímulo como una voz que tiene sus propios tonos, sus propios matices y su propia intensidad. Puede resultar difícil de oír pero puede oírse claramente si no la confundimos con la voz de nuestros deseos, de nuestras creencias, de nuestra moralidad, y de nuestras búsquedas de la felicidad.
Esa voz se siente en nuestra soledad serena, en nuestras libertades internas, en nuestras sensaciones de paz, en nuestras sensaciones de plenitud y de armonía, en nuestro contacto directo con nuestra conciencia y con el mundo que nos rodea, en la luz del horizonte hacia el que caminamos, en el rumor del viento, en el canto de los pájaros, en el vuelo de las mariposas que encontramos en el camino.
En nuestro caminar conseguiremos acercarnos más o menos a esa plenitud, pero nuestra verdad interior está en esa búsqueda, una búsqueda que es una exploración que hacemos atravesando la selva de nuestras confusiones, de nuestras esperanzas, de nuestras creencias....
Tengamos muy presente que la plenitud es el síntoma del grado de armonía y de liberación que vamos alcanzando, y se puede presentar en cualquier momento o estar ausente durante un tiempo más o menos largo, pero siempre que se presenta lo hace en forma de alegría serena, de paz interior.
NADA
El vacío abierto,
el infinito sin centro,
el silencio de fondo,
la luz sin conceptos,
la quietud que planea,
el ritmo que danza.
Nada,
la esencia y la potencia de Todo,
la realidad completa,
la Comprensión Suprema.
Sólo tras la confusión viene la comprensión.
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