PROCESO

 

                    Percibir

                    Pensar

                    Sentir

                    Hacer

  Ante lo que percibimos se producen en nosotros varias reacciones las cuales culminan en algún tipo de acto. La mayor parte de lo que percibimos es involuntario, sin embargo, a veces decidimos poner nuestra atención en algo concreto y éste hecho hace que percibamos cosas que no percibiríamos si no prestáramos esa atención. ¿A qué se debe que pongamos nuestra atención en ese algo concreto?

 Cuando no prestamos atención a nada concreto nuestros pensamientos van y vienen de manera que nos parece caprichosa, caótica, aunque pronto aparece algo a lo que prestamos más atención que a lo demás y entonces nuestros pensamientos se centran en ello con más o menos intensidad. ¿A qué se debe que prestemos más atención a unas cosas que a otras? 

  Nuestras emociones surgen como una reacción incontrolable a lo que percibimos y a lo que pensamos, y nos dotan de energía para evitar peligros, pero también para conseguir otras cosas necesarias para nuestra supervivencia, así como para conseguir nuestros deseos. Además, las emociones pueden ser fuentes de grandes satisfacciones, y es mucha la gente que se guía más por ellas que por la razón. Se debate sobre si podemos o no podemos controlar o gestionar lo que sentimos, ante ésto, cada personas sabe por experiencia si le resulta posible o no ese control, esa gestión, y también sabe por experiencia cual es el grado de libertad que sus emociones le dejan a la hora de hacer lo que desea. 

   A la hora de  hacer, no sólo influye en nosotros todo lo anterior, sino también  nuestras creencias, nuestro ego y nuestra conciencia. Así, cuando hacemos algo, ¿Sabemos realmente por qué lo hacemos?

  Hemos visto el proceso, a cada uno le toca sacar sus conclusiones.