Los méritos se lo atribuimos a los brotes, las culpas las vemos como espinas, pero en la rama y en la vida, brotes y espinas siempre van unidos.
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*En los éxitos que conseguimos, los méritos son solamente nuestros. Por una parte están los méritos de nuestras propias capacidades. Por otra parte están nuestras capacidades para conseguir la ayuda de los demás.
*En nuestros fracasos las culpas son varias. Por una parte están nuestras propias incapacidades. Por otra parte está el hecho de que los demás no hacen lo que deseamos. Por otra parte está la Naturaleza y el Universo cuando se muestran adversos.
*Todos nosotros solemos tener una visión con más o menos connotaciones morales, según la cual por una parte está el mérito de saber lo que nos conviene, y también de saber lo que es más armónico. Por otra parte está la culpa, o la responsabilidad, de ignorar lo que nos conviene y de buscar el artificio. Pero en la realidad, éstos méritos y éstas culpas dependen de nuestro grado de sabiduría. Sin embargo, nadie tiene el control sobre su propio grado de sabiduría, por lo tanto, en la sabiduría no hay méritos, y en la ignorancia no hay culpas. La moralidad tiene cierta utilidad para la convivencia, pero las diferentes visiones en las que interviene algún tipo de moralidad son un obstáculo para la comprensión de la realidad.
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