ETAPAS

   Somos caminantes y por lo tanto nuestra vida consiste en una serie de etapas. En la actualidad cada uno de nosotros está inmerso en su propia etapa, pero de ésta no podemos ser plenamente conscientes si no hemos comprendido las anteriores, en especial la anterior a la actual, pues cada etapa da nacimiento a la siguiente. 

    Si hemos optado por vivir el presente de una forma espiritual, ante nosotros se presenta un horizonte hacia el que caminamos, pero lo hacemos a base de pequeñas etapas. Es muy importante prestar atención a cada culminación de una de esas pequeñas etapas: 

   * Si ha sido dolorosa acabará con una sensación de alivio y pidiéndonos que saquemos conclusiones. 

  * Si ha sido placentera acabará con unas sensaciones agradables pero poco intensa y poco duraderas, las cuales se pasarán rápidamente ante cualquier situación dolorosa o molesta.

  * Si las sensaciones  son la serenidad, la plenitud y la libertad, con una sensación que nos gustaría que permaneciera siempre, eso significa que nuestra etapa ha sido armónica y fructífera, mostrándonos el camino a seguir. 

   Pero todo sigue su curso, y tras la culminación de una etapa, poco después comienza la siguiente. Si hemos optado por vivir el presente, la nueva etapa se nos presentará por sí sola, permitamos que se nos muestre y sumerjámonos en ella sean cuales sean sus características, esta etapa también acabará.

   Así, fieles a nuestra conciencia, mirando hacia nuestro horizonte, y etapa a etapa, transcurre la vida de quien ha optado por vivir el presente de forma espiritual, sin buscar nada concreto, confiando en el devenir de la vida y en el desarrollo de su conciencia.