Nuestra sociedad ha creado sus normas, sus leyes, sus prácticas políticas, sus valores morales, sus creencias, sus formas de trabajo y sus relaciones sociales sobre la base de que lo único que importa es conseguir lo que se desea. Los deseos son infinidad y las formas de conseguirlos son muy diversas, unas son legales, otras ilegales, unos son morales, otras inmorales, pero en realidad, esos aspectos son secundarios, lo que importa es conseguir lo que se desea.
Así nuestra sociedad es competitiva, dominada por las luchas y por los conflictos, así como por las diversas estrategias y tácticas para conseguir lo deseado, siendo el resultado de todo esto que unos triunfen, otros solamente floten, y los demás se hundan. Pero todos ellos tienen en común lo siguiente:
* Ven el mundo reducido a un mar, creen que sólo importa ese mar. Ven que hay gaviotas volando, pero no quieren volar, ven que hay estrellas en el cielo, pero aunque admiran su belleza no quieren llegar a esos mundos. Saben que hay tierra firme, pero creen que allí se vive peor que en el mar y que sólo la habitan los locos, los estúpidos, los ilusos y toda clase de bichos raros.
* Sufren las tormentas, los vendavales, los vientos fríos y húmedos, y muchas veces se producen naufragios, pero aunque maldicen o se lamentan, lo ven como una fatalidad, como algo que hay que soportar.
* El que triunfa vive pensando solamente en tener un yate mejor o en conservar el que tiene, el que flota está centrado solamente en mantenerse a flote y en disfrutar de su flotabilidad, y los que se hunden dedican todo su esfuerzos a intentar flotar. Pero, aunque no son peces, ni mamíferos marinos, ni aves marinas, todos quieren seguir viviendo solamente en el mar.
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