Ante las diversas situaciones en las que existen esperanzas, dificultades, problemas, conflictos, contradicciones, siempre surge la pregunta:
¿Qué hacer?
Ésta pregunta nunca surge cuando nos hallamos bajo los efectos de los placeres y de las satisfacciones, pues éstos son el resultado de haber hecho lo adecuado, aunque después siempre llega lo no deseado.
Hagamos lo que hagamos, casi siempre lo hacemos sin conocer ni comprender todos los aspectos que se hallan implicados en nuestros actos, lo cual es causa de que los resultados no siempre sean los esperados.
Ante lo que necesitamos conocer y comprender también surge la pregunta de qué hacer para conocerlo y para comprenderlo.
Y cuando llega alguna respuesta, surge la pregunta de qué hacer para ponerla en práctica.
¿Qué hacer?:
¿Sabemos como no hacernos ésta pregunta?
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