sólo ella nos abre las puertas a sus tesoros
de la armonía y de la liberación.
Pero a la Diosa Sociedad,
(opresora, uniformadora y mediocre),
esto no le gusta
y a veces consigue
que le paguemos un alto tributo en tristeza,
mientras Ella, con sus cadenas se alegra.
Alegría efímera, huera, falsa,
por ello, quien es libre, le vuelve la espalda.
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