Somos Universo, Naturaleza y conciencia. Sin embargo, tanto cuando nos vemos como especie, como cuando nos vemos como individuos, nos vemos como seres especiales y únicos, y por lo tanto como separados del Universo y de la Naturaleza, y además, nos identificamos más con nuestro ego que con nuestra conciencia.
Para cubrir nuestras necesidades de supervivencia y para otros muchos aspectos de nuestra vida, necesitamos a los demás. Para ello necesitamos que nos amen, que sientan compasión por nosotros, o bien necesitamos darles algo a cambio, o convencerles o dominarles. Cada individuo y cada grupo social, tiene sus propios deseos y sus propias creencias, y ésto produce conflictos, y en esos conflictos corren peligro nuestras necesidades de supervivencia y los demás aspectos en los que necesitamos a los demás.
Nos sentimos seres individuales, y para desarrollar nuestra individualidad frecuentemente los demás son un obstáculo, un límite, y entonces entramos en conflicto con ellos, es decir, se produce un conflicto entre nuestras necesidades de desarrollar nuestra individualidad, y aquello que necesitamos de la sociedad.
La vida nos presenta situaciones dolorosas, y para evitarlas o para liberarnos del dolor, buscamos placeres y satisfacciones, o bien buscamos dominar, y con frecuencia, éstas búsquedas se convierten en fuentes de dolor.
La ignorancia, la estupidez y la locura, tanto la de los demás como la nuestra propia, nons producen dolor. La sabiduría, tanto la de los demás como la propia, con frecuencia nos resulta insuficiente.
Somos seres en evolución, y en éstos momentos estamos en éste estadio, el cual es no sólo la causa de nuestros problemas, sino que las tensiones que nos produce contienen el impulso y la energía para desarrollar nuestros potenciales y para acabar con nuestras contradicciones y con nuestras insuficiencias. Y mientras tanto, tendremos que vivir conforme a lo que nuestra conciencia nos vaya mostrando.
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