SENTIDO Y DESTINO

    María le preguntó a Merlín:

   -¿Crees que la vida tiene sentido?

   -No lo sé. -Respondió Merlín. 

   -Si supiéramos que lo tiene, si supiéramos cuál es, y si supiéramos que no lo tiene, ¿Cuáles serían las consecuencias en cada caso? -Insistió María. 

  -No sé responderte a esas preguntas, pues ignoro todo lo relacionado con el sentido de la vida. También ignoro si existe o no existe el destino de cada persona. Y también ignoro que es lo que hay de verdad en cada una de las muchas creencias que existen respecto al sentido de la vida y al destino de los individuos. -Respondió Merlín. 

  -Entonces, ¿Qué es lo que sabes? -Preguntó María un tanto molesta. 

  -Que todo depende de la conciencia de cada cual, una conciencia que a cada cual le presenta su particular horizonte. A cada individuo se le presentan siempre dos caminos en cada situación de su vida y de su conciencia depende seguir un camino u otro. Del horizonte y del camino escogido depende toda nuestra vida, o mejor dicho, esa parte de nuestra vida sobre la que tenemos la posibilidad de tener el control, el resto de nuestra vida depende de la actitud de los demás y de fluir natural del Universo. -Contestó Merlín.

   María permaneció en silencio, pensativa, y Merlín continuó: 

  -Tenemos muy poco poder para cambiar la actitud de los demás, y en cuanto al flujo natural del Universo, aunque sigue unas leyes inmutables y eternas, está cambiando continuamente y yo creo
que no podemos conocer esos cambios de antemano, aunque hay creencias que dicen que sí que es posible, y mucho menos podemos controlarlo, sólo tenemos la posibilidad de aprender a aceptarlo y a armonizar con él. Eso es todo cuando puedo decirte.

  Y María continuó en silencio, pensativa.