El esperanzado cree que sus esperanzas pueden conseguirse, pero también ve que se le presentan dificultades.
Para hacer realidad las posibilidades, y para vencer a las dificultades, hay que luchar. Las luchas pueden acabar con algunas opresiones, pueden eliminar algunos obstáculos, y pueden mejorar algunas cosas. Sin embargo, nos mantienen atados a los deseos por los que luchamos.
De éstas ataduras:
¿Cuáles son los resultados?
¿Cuáles son las posibilidades,
cuáles las dificultades,
para liberarnos?
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