Enraízados en el suelo,
alzándose hacia el cielo,
receptivos, nutridos y nutridores.
El pájaro en las ramas,
el observador y sus miradas,
y las cosas, sin forzarlas, encajan.
Los seres humanos los talan,
por su leña, por su madera,....
Quienes toman conciencia,
a los que necesitan,
primero les dejan que crezcan,
y tras el invierno, llega la primavera.
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