Seres, objetos, la luz en ellos rebotando,
y la superficie receptiva que está reflejando.
Unas miradas se centran en el espejo,
otras en las relaciones entre los hehos,
unas dan por buenos a los opuestos,
y otras a los complemetarios.
Con espejo y sin espejo,
con los ojos vemos,
con el cerebro interpretamos,
y la energía, en las emociones hallamos.
¿Sómos conscientes de éstas diferencias
y de sus consecuencias?
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