*Es muy frecuente que de los problemas y de los males, sólo se encuentren ajenos culpables.
*Es muy frecuente que el acusador transforme las culpas ajenas en virtudes propias, para ello sólo tiene que presentarse como lo opuesto de aquello a lo que culpa. Así, el acusador elude su responsabilidad, y se presenta como una virtuosa víctima.
*Y así, la realidad de las cosas no se comprende, y siguen los sueños y las desarmonías.
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