Ambos surgen de honduras claras y puras, y se sostienen sobre una sólida base de emociones naturales y sinceras, y ambos son imprescindibles para la vida, y las más bellas fuentes de satisfacciones, y también son eficaces remedios frente al dolor.
Pero con frecuencia, el ego los mezcla con sus deseos, y le sirven de alimento para sus creencias, y entonces los utiliza, con mayor o menor intensidad, como justificación de sus comportamientos.
Amor y moralidad, por sus muchos beneficios son admirados, premiados, y esperados, y por ello siempre son utilizados, con mayor o menor intensidad, como promesas y como ofertas, por los poderosos, por los salvadores, por todos los vendedores.