Las dificultades que tenemos para soportar el dolor que nos produce el flujo natural de la vida nos señalan todo lo que todavía tenenemos que alcanzar a aceptar.
Cuando nuestro dolor se debe a otras causas, eso nos señala la fuerza que en nosotros tienen nuestras creencias, nuestras ilusiones, nuestros atajos falsos.
Cuando valoramos los regalos y las satisfacciones que nos el curso natural de la vida, eso señala nuestras armonías.
Cuando buscamos los placeres y las satisfacciones por otras vías, eso no sólo señala nuestra falta de armonía, sino también las facturas que estamos pagando o que tendremos que pagar por seguir esas otras vías.