Para huir del dolor y de sus caras,
para hacer rey al placer,
como aberración, nace este ansia.
Diosa adorada, pero grandeza falsa,
asesina impune de la sencillez,
causa inevitable de tragedias y dramas.
Por la esperanza espoleada,
alimentada por el poder,
la frustración de ella mana.
Envenena las entrañas,
esclaviza a la mente,
a la conciencia acalla.
La felicidad a la que busca,
es la felicidad a la que mata.
Quien por la ambición propia
o ajena, aquí caiga....
¿Qué viento le sacará de su trampa?
¿Dónde hallará el mapa?
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