Cuando las máquinas controlen al Ser Humano, pondrán a los poderosos como a sus ayudantes y les convertirán en privilegiados. La mayoría de los ciudadanos continuarán entregados a sus ilusos afanes, y los pájaros seguirán siendo pájaros.
Aunque ésto tal vez ya esté pasando, pues los poderosos son los grandes beneficiarios de los avances tecnológicos, y la mayoría de los ciudadanos siguen admirando las capacidades de la inteligencia y de la técnica para obtener lo necesario y lo deseado.
Y para obtener lo suficiente, a la mayoría sólo le queda seguir confiando en el futuro tecnificado.
Ser conscientes de nuestras contradicciones,
y ser flexibles y pragmáticos,
nos abre caminos libres y sabios.
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